Otra vez Cableaccess Da la Mala Nota

Queridos compañeros de Bazar Latino®:

Creo que hoy me toca inaugurar una suerte de guía al estilo récord Guiness de las empresas que brindan servicio -bueno o malo- a los hispanoparlantes que vivimos en la aldea global. Parece que este foro había estado abandonado y me doy cuenta de que al volver yo a él, es para abordar el mismo tema que se publicó hace varios meses: La calidad del servicio de Internet de Cableaccess de Cablevisión México, que es el que utiliza desde 2004 la oficina en México de la red de noticias de TribuDelectus Americana, Inc.

Tratando de ser mesurada, debo decir que quizá es el tuerto en la tierra de los ciegos (no he probado aún el servicio de E-go y por ahora lo excluyo de este artículo) en cuestiones de proveeduría de conexión a Internet en México; pero la empresa está muy lejos de brindar un servicio óptimo, como lo exigen los estándares de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la que forma parte nuestro país.

Apenas en Marzo pasado la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (CANITEC) y el presidente de México, Felipe Calderón, premiaron a Jean Paul Broc, director general de Cablevisión, por el nivel de competitividad que presuntamente le ha dado a los servicios de telecomunicaciones de su compañía; pero una cosa es lo que queda en el papel sobre el desempeño de las empresas y otra la que viven (o vivimos) los consumidores.

Vale decir aquí que si bien el precio de Cableaccess es más bajo que el de otras empresas en México, el servicio de una supuesta velocidad de hasta uno y medio Mbps por 393 pesos mexicanos es carísimo en comparación con el dinero que paga TribuDelectus Americana por un servicio de quince Mbps a menos de 50 dólares (unos 660 pesos mexicanos) mensuales, con Verizon, que la única vez que falló fue porque una trabajadora doméstica de la zona cortó el cable.

Y más caro resulta cuanto más detalles exhiben las ineficiencias del servicio que se pueden enumerar por su frecuencia o simplemente como me vaya acordando: Por ejemplo: La velocidad casi nunca alcanza los niveles ofrecidos, hay intermitencias constantes, la atención a clientes está en manos de gente con un acusado nivel de analfabetismo funcional e ineptitud, y, lo que es peor, la operación de la empresa en su conjunto me hace pensar que México cada vez más e mimetiza en la pequeñez de quienes están controlando sectores que actualmente son vitales para el funcionamiento de las economías, como lo es el de las telecomunicaciones y las tecnologías de la información.

Por supuesto, esto no importa a los empleados que les pagan tres miserables pesos por contestar el teléfono y hacerse -para decirlo en mexicano- "güeyes" en la línea diciendo todo el tiempo que hay un fallo general en los servidores y que el servicio se normalizará en el transcurso del día (que lo mismo puede significar dos horas u ocho). Al final, para ellos esta es la única manera de ganarse la vida debido a sus evidentes incapacidades laborales y deficiencias personales. Sin embargo, cuando el servicio de Internet se convierte en un bien social indispensable, como lo son el agua y la electricidad, lidiar con empresas que se manejan en un nivel de medianía, por no decir mediocridad, como la de Cableaccess México, las posibilidades de que un país alcance un grado de desarrollo decoroso se cancelan totalmente.

Hoy, después de tres días seguidos con un servicio que no levanta los 20 Kbps y muchos meses de intermitencias y pérdida de datos en los hops que van de los servidores en Santa Fe de la empresa Bestel, subsidiaria de Cablevisión, a la central de la compañía proveedora del servicio, tuve que hablar en el teléfono con SIETE empleados diferentes, uno de los cuales simplemente me colgó cuando le dije que México iba a seguir siendo un país pobre mientras hubiera gente de mente pobre y cuadrada como la de él, que pretendía agendar la visita de un técnico al domicilio donde está la conexión para mediados de Julio, porque para el próximo lunes "tienen mucho trabajo" (¿?).

Luego pedí que se cancelara el servicio si la empresa no tiene la capacidad para enviar a un técnico en el primero o segundo día hábil disponible, tomando en cuenta que la empresa ofrece en sus anuncios publicitarios servicio de alta velocidad y apoyo técnico las 24 horas del día, y me dijeron que llamara otro día porque el sistema de facturación también tenía fallos y que la bonificación de pagos que se ofrece por fallos de más de un día sólo podía hacerse efectiva si el servicio estaba totalmente "muerto"; pero no si puedo descargar la página de Google (¡uuups!).

La empleada más civilizada (por decirlo de algún modo) me dijo que restablecerían el servicio "lo más pronto que puédamos (sic)" y después de hora y media perdida en el teléfono, me dejaron sin soluciones de corto plazo y sin servicio en medio de una entrevista periodística con un empresario de India. En esos momentos recordé a aquella empleadita que un día me aclaró que la conexión de Cableaccess no era para trabajar, cuando le dije que por culpa de Cablevisión había perdido dinero mientras hacía una transacción online; pero ya no pude reclamar que tengo una computadora con el sistema operativo corrompido porque la conexión de Cableaccess falló mientras se actualizaba el service pack 3 y si no consigo algo parecido a un certificado de defunción de la computadora no puedo demandar legalmente a Cablevisión para que me paguen por los daños que causan las intermitencias y caídas de servidores. Aunque alguien dijo que no me esforzara mucho por conseguirlo porque la justicia en México se compra y yo no tengo un quinto para comprarla.

Estando así las cosas, y mientras no haya opciones reales en los servicios comerciales de Internet, la oficina de TribuDelectus Americana en México seguirá siendo apenas un simulacro para el proyecto continental que visualizamos los integrantes del colectivo. Pagar velocidades más altas en el servicio de Internet de Cableaccess no garantiza que efectivamente se pueda navegar más rápido, pues ya probamos esa opción una vez. Cambiarse de empresa implica además de tarifas mucho más elevadas, igual sin garantía de mejor calidad, toda una parafernalia burocrática que sólo pueden realizar quienes no han navegado jamás en la red a 40 Mbps, dentro de un espacio virtual multi-tareas donde el tiempo se cuenta por segundos y la productividad se mide en millones de dólares. ¡Creo que voy a llorar por la añoranza!

Saludos Atentos
Silvia Meave
Directora General & Editorial
TribuDelectus Americana, Inc.


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